De ratones y hombres

De John Steinbeck / Dirección Miguel del Arco

Sobre la obra

El poeta escocés Robert Burns escribió en noviembre de 1785 el poema titulado: A un ratón al deshacerle el nido con un arado en el que un campesino se dirige desolado al pequeño roedor al que acaba de destruir el hogar. Las dos últimas estrofas dicen así:

Uno más eres de los desdichados
que ven todos sus planes anulados:
de ratones y hombres quedan truncados,
los proyectos mejores,
¡y en vez de los éxitos anhelados,
nos quedan sinsabores!
Mas ¡bien estás comparado conmigo!
Es el presente tu único enemigo:
pero ¡ay! ¡yo miro hacia atrás y veo, amigo,
un sombrío camino!
Y, si miro adelante a oscuras sigo,
porque miedo me da cuanto adivino.

John Steinbeck utilizó ese verso para componer el título de su famosa novela “De ratones y hombres” que más tarde él mismo convertiría en una obra de teatro alentado por el éxito inmediato que obtuvo su publicación. La historia de George y Lennie, protagonistas de la obra, es devastadora. Una tragedia moderna que se desarrolla en la gran depresión americana de los años treinta del pasado siglo de la que Steinbeck fue cronista en una serie de reportajes para el The San Francisco News y que utilizó como telón de fondo en la mayoría de su obra. La gran depresión se caracterizó por la inestabilidad de los mercados, las elevadísimas tasas de paro, el trabajo precario, despidos, desahucios, enfrentamientos raciales por las migraciones de las personas en busca de una vida mejor… ¿Les suena? Pobreza, desigualdad, injusticia, racismo, machismo, violencia… ¿De cuáles de estas lacras entre las que se mueven los personajes de “De ratones y hombres” nos hemos librado nosotros, inmersos en nuestra propia gran depresión casi un siglo después?

Decía un poeta que donde no está el hombre, la naturaleza es estéril. Es cierto que esa conciencia de nosotros mismos, la misma con la que contemplamos el pasado e intentamos vislumbrar el futuro, nos convierte en seres superiores capacitados para interferir en la naturaleza a nuestro antojo. Somos los únicos seres vivos sobre la tierra capaces y conscientes de alterar la naturaleza, de pervertirla, de aniquilarla, incluso, de ir en su contra. Pero como dijo Steinbeck en su discurso de agradecimiento del Premio Nobel:

El escritor está obligado a celebrar la probada capacidad del ser humano para la grandeza de espíritu y la grandeza del corazón, para la dignidad en la derrota, para el coraje, para la compasión y para el amor”. De ratones y hombres es una historia estremecedora con un final terrible. Una historia sobre hombres y mujeres que se mueven en el vacilante límite entre la dignidad del ser humano y la animalización. Entre la razón y el instinto. Entre los que luchan para salir adelante y los que se dejan arrastrar por cansancio, incapacidad o agotamiento. Entre los que sueñan y los que, simplemente, duermen. Es una lucha extenuante que se produce a nuestro alrededor a cada paso. Tal vez por eso, muchas veces, pasa desapercibida o simplemente evitamos fijarnos en ella. Pero si lo haces, si te paras y miras verás que la lucha está interiormente iluminada por la grandeza de corazón y la grandeza de espíritu, por la dignidad, por el coraje, por la compasión y por el amor… Duele, pero ilumina.

Miguel del Arco

Estreno

8 Marzo 2012
Teatro Arriaga, Bilbao

Duración
2 horas y 15 minutos

…si yo fuera actor, mataría porque me dirigiera Miguel del Arco. Menciones especiales a Juanjo Llorens por sus mágicas luces, a Concha Busto por este regalo y a Aitor Tejada que, no contento con lo que pone sobre el escenario, se dedica también a conquistar fieles espectadores…

Teatroland

(Miguel del Arco)…pone su mano…haciendo lucir su piedra de toque, la ternura que emana por los poros de los personajes…y escondiendo el drama para dejarnos caer con él en una fantástica escena final de las que te clavan en la butaca y te tensan la garganta.

Editor GeneralTodos al Teatro

Admirable pieza teatral en la que la armonía del espacio alcanzado por el director recibe una respuesta memorable de actores que en ningún momento dejan de ser elementos esenciales de la intención de Steinbeck: romper las conciencias dormidas, intranquilizarlas.

Juan CruzEl País

Miguel del Arco nos presenta la obra en el contexto en el que la situó John Steinbeck, sin poner nada…que nos remita a tiempos más recientes…Y sin embargo, lo que vemos nos produce escalofríos, porque sabemos que…sobran las aproximaciones.

Jerónimo López MozoMadrid Teatro
Ficha artística y técnica

Dirección Miguel del Arco
Autor John Steinbeck
Versión Juan Caño Arecha y Miguel del Arco
Reparto Fernando Cayo, Roberto Álamo, Antonio Canal, Rafael Martín, Josean Begoetxea, Irene Escolar, Eduardo Velasco, Diego Toucedo, Alberto Iglesias y Emilio Buale
Espacio Escénico Eduardo Moreno
Iluminación Juanjo Llorens
Diseño de Sonido Sandra Vicente (Studio 340)
Música Original Arnau Vilà
Vestuario Ana López
Ambientación de vestuario María Calderón
Coreografía Chevi Muraday
Ayudante de dirección María García de Oteyza
Fotografías Ros Ribas
Edición de video Natalia Moreno y Jerónimo Carrascal
Diseño Gráfico Aurman

Regiduría María García de Oteyza
Jefe técnico y luces Alberto Fermín Vázquez
Maquinaria Javier Iglesias
Sonido y Video Mariano José García
Sastrería Boanerges Duarte
Gerencia Miguel García de Oteyza
Vestuario de Irene Escolar Devota & Lomba
Construcción escenografía Altamira Arquitectura Escénica y Peroni Systems
Muñecos Kreat
Transporte Transjoma
Diseño y Dirección de Producción Concha Busto
Jefe de Prensa Pacho Rodríguez

En coproducción con Concha Busto Producción y Distribución, Teatro Arriaga de Bilbao, el Teatro Calderón de Valladolid y Clece. Con la colaboración del Teatro Cuyás de las Palmas