Impartido por Borja Ortiz de Gondra
En este taller exploraremos las posibilidades de generar ficciones teatrales partiendo de elementos reales muy cercanos a los integrantes del grupo. Trabajaremos sobre la biografía personal y familiar de cada uno de los participantes, quien a la vez se mostrará a sí mismo, y se ficcionalizará. Exploraremos las posibles formas escénicas de exponernos a la mirada del otro, en un trabajo conjunto que aunará la escritura, la interpretación y la dirección.
Si por definición el arte del actor consiste en hacer pasar por verdad lo que es una mentira, ¿qué le ocurre cuando el material con el que trabaja está basado en su propia biografía? Y si el arte del dramaturgo es encontrar la verdad de las mentiras ficcionales que cuenta, ¿poner en escena su yo biográfico añade una capa de ficción que lo aleja del diario íntimo? Si un director de escena trabaja sobre materiales reales, ¿les hace perder realidad al añadirles teatralidad?
Con el teatro postdramático y todas las corrientes de la no-ficción en escena, los creadores teatrales han perdido el pudor a subirse a sí mismos al escenario y hablar desde su propio yo. Pero ese “yo” que ponemos en escena, ¿es el mismo “yo” que confesamos en nuestro diario? ¿Basta ese plus de verdad que tienen los materiales autobiográficos para interesar al espectador? ¿Cómo no caer en el narcisismo y la exhibición cuando nuestro objetivo debe ser siempre comunicarnos con el público?
En el taller trabajaremos a partir de relatos, objetos, recuerdos y sueños propios para generar materiales escénicos en equipos integrados por un dramaturgo, un director y uno o varios actores.
Metodología
En el taller investigaremos cómo se filtra la teatralidad en el paso de los materiales brutos a la puesta en escena y exploraremos el manejo del concepto “pudor” cuando somos nosotros mismos el material de trabajo.
Incidiremos en la delgada línea entre lo real y lo ficcional, buscando cómo hacer de lo íntimo algo colectivo y transmisible para que tenga un valor teatral. Indagando en las historias personales, trataremos de hallar los elementos que nos identifican con el otro, que dan cuenta de nuestro origen, nuestra cultura, nuestra comunidad y nos pueden llevar de ese “yo” privado al “nosotros” del teatro.
Nuestros objetivos son aprender a distinguir entre intimismo e intimidad, y asimilar herramientas y estrategias que nos ayuden a establecer una relación sana con ese “yo íntimo” expuesto en público.
En la primera sesión contaremos con un profesional de la psicología para comprender las diferencias entre el psicodrama y los usos terapéuticos del teatro -que no son objeto de ese taller- y la puesta en escena del yo, que sí es puramente teatral.
Biografía
Tras estudiar dirección escénica en Madrid, se traslada a París, donde trabaja como ayudante de dirección de, entre otros, Pina Bausch, Jorge Lavelli o Lluís Pasqual. De regreso a España, se consagra como dramaturgo al ganar los premios Calderón de la Barca, por Mane, Thecel, Phares, y Marqués de Bradomín, por Dedos (vodevil negro), dirigida por Eduardo Vasco en el Centro Dramático Nacional en 1999.
De 2004 a 2007 reside en Nueva York, donde trabaja en el prestigioso teatro Performance Space122.
Otras obras significativas son Duda razonable, Memento mori, Miguel de Molina, la copla quebrada o Del otro lado, junto a directores como Juan Diego Botto, Javier Yagüe, Josep Maria Mestres, Rosario Ruiz Rodgers o Alejandro Tantanian. También cabe destacar su labor de enseñanza de la escritura teatral al frente de los laboratorios Espacio Teatro Contemporáneo de la Sala Cuarta Pared, donde se han formado muchos de los autores de las nuevas generaciones.
En enero y febrero de 2017 presenta en el Centro Dramático Nacional Los Gondra (una historia vasca), un trabajo de autoficción familiar en el que se interpreta a sí mismo.
Imagen © Marcos G.Punto