Impartido por Pablo Messiez
Partiendo del intento –imposible– de evitar interferencias de conocimientos y formaciones, procuraremos volver a saber acerca de la potencia de los gestos mínimos.
Caminar, ponerse de pie, caer, nombrar, intentar recordar o respirar, serán algunos de los puntos de partida para la investigación que tendrá como objetivo desconocer lo que consideramos conocido, observándolo detenidamente. Entrenar la mirada en la actividad de detenerse antes de nombrar. De reparar en lo que hay, antes de fijarlo con palabras.
Flaubert escribió que basta con mirar detenidamente una cosa para que se vuelva interesante, y en esta práctica del interés y la dedicación basaremos gran parte del trabajo.
Se trata de poder soltar el deseo de eficacia, de saberse en relación y, por lo tanto, parte de un sistema (el “libro” del que habla Pessoa). Se trata entonces de confiar en la acción de dejarse mirar, sin temor ni esperanza. Y por simple acto de permanecer, aparecer. O mejor, dejar aparecer “la tranquila organización de la presencia” de la que habla Leonard Cohen en su texto sobre cómo decir poesía.
Y justamente, será la poesía nuestra herramienta.
Esta vez, las palabras que procuraremos encarnar en presente continuo serán las de Fernando Pessoa.
Todo este universo es un libro en el que cada uno de nosotros es una frase. Ninguno de nosotros, por sí mismo, propone más que un pequeño sentido, o una parte de sentido; sólo en el conjunto de lo que se dice se percibe lo que cada uno realmente quiere decir”.
Fernando Pessoa
Bibliografía recomendada
BRESSON, Robert; Notas sobre el cinematógrafo
BADIOU, Alain; Elogio del amor
BADIOU, Alain; Elogio del teatro
DEL ESTAL, Eduardo; Historia de la mirada
RANCIÈRE, Jacques; El maestro ignorante
QUIGNARD, Pascal; El nombre en la punta de la lengua
PESSOA, Fernando; La muerte del príncipe
PESSOA, Fernando; El libro del desasosiego
PESSOA, Fernando; Tabaquería