Impartido por Francesco Carril
“Todo participante sueña con tener la última palabra. Hablar el último, ‘concluir’, es dar un destino a todo lo que se ha dicho, es dominar, poseer, dispensar, asestar el sentido; en el espacio de la palabra, lo que viene último ocupa un lugar soberano, guardado, de acuerdo con un privilegio regulado, por los profesores, los presidentes, los jueces, los confesores: todo combate de lenguaje se dirige a la posesión de ese lugar; mediante la última palabra voy a desorganizar, a ‘liquidar’ al adversario, voy a infligirle una herida mortal, voy a reducirlo al silencio, voy a castrarlo de toda palabra. La escena se desarrolla con vistas a ese triunfo: no se trata de ningún modo de que cada réplica concurra a la victoria de una verdad y construya poco a poco esta verdad, sino solamente que la última réplica sea la buena: es el último golpe de dados lo que cuenta”.
Roland Barthes, Fragmentos de un discurso amoroso.