Hoy ofrecemos la (pen)última función de El Pavón Teatro Kamikaze. Durante los últimos cinco años hemos tenido el privilegio de convertir este teatro en nuestro hogar, de construir en él un proyecto cultural que nos parecía materialmente inverosímil, pero absolutamente necesario.
Sabemos que muchos de vosotros también habéis hecho vuestro este proyecto; lo hemos visto cada vez que hemos abierto las puertas para recibiros, en vuestras palabras y en vuestras muestras de afecto; cada día que abarrotabais el patio de butacas y que fundíais el escenario con vuestros aplausos. Ese es, seguramente, nuestro mayor éxito.
No os ocultamos que hoy es un día triste, pero, por encima de todo, deseamos agradeceros todo lo que nos habéis hecho vivir. Y os aseguramos que todo ha merecido la pena y que, sin dudarlo un instante, volveríamos a hacerlo otra vez. Nos habéis hecho tremendamente felices.
Lo único que nos queda es una petición, la de que sigáis acudiendo al teatro. A cualquier teatro. A todos los teatros. Allí es donde nos volveremos a ver, en otras butacas y en otros escenarios, para disfrutar de lo único y lo mejor que sabemos hacer.
Ha sido un honor, y un placer.
El Pavón Teatro Kamikaze
