En el proceso de escritura de la obra Un cuerpo en algún lugar, en cartel en el Teatro Kamikaze del 2 al 11 de octubre, aparecieron dos referencias muy potentes.
Una de ellas era la de Forrest Gump, ese infinito héroe de la infancia, casi olvidado, capaz de ser: campeón del mundo de ping-pong, héroe nacional de guerra, el mejor padre del mundo, el mejor esposo del mundo, el mejor amigo del mundo, corredor sin descanso durante tres años, dos meses, catorce días y dieciséis horas, fundador de una empresa billonaria desde cero sin pretenderlo… Pero, sobre todo, la persona capaz de hacer todo esto manteniendo su parte más pura, intacta. Un héroe emocional a muchos niveles. Una persona cuyo lema casi inconsciente es ‘I felt it, so I did it’/ “Lo sentí y lo hice”. Ese poder de seguir la intuición y lo alojado en el sentimiento de la manera más radicalmente honesta y ciega.
Una de las frases que más se me quedaron grabadas en el revisionado y revisionado de la película fue ‘For no particular reason’/ “Por ninguna razón en particular”. Una frase llena de inocencia en la que Forrest cree no saber por qué hace las cosas que hace, pero desde nuestra perspectiva se puede vislumbrar que su necesidad por resolver algo emocional hasta las últimas consecuencias es lo que le hace avanzar, literalmente.
Este empuje imperturbable frente a la vida fue un gran combustible de imágenes a la hora de trazar los caminos mentales y físicos de “Él”, uno de los personajes de la obra.
Aquí la mítica secuencia de la película que culmina un proceso, para regresar a casa:
La otra referencia fue la de la novia virtual del maravilloso Theodore Twombly (Joaquin Phoenix) en Her, de Spike Jonze.
Un amor ausente que se hace físico mediante la imaginación, por la escucha de esa voz dentro de la propia cabeza. Ese vivir acompañado de una presencia muy cercana, pegada al cuerpo, cuya imagen está difuminada. Lo que me cautivó fue la creencia total como espectador de que esa voz era una voz, no un producto virtual. Saber que detrás de ese aparatito que Joaquin Phoenix se ponía en la oreja había, tenía que haberlo, un cuerpo concreto que respirase.
En la obra también cabe esta idea de vivir con un amor ausente, teniendo que buscar otro tipo de contactos para paliar esta distancia. Esto está representado en la multiplicidad de personajes que representa “Alguien”.
También el universo musical de la obra fue un traje atmosférico de algunos momentos de escritura. Para muestra, esta preciosa escena, una de mis favoritas. La escena de la playa. Espero que la disfrutéis tanto como yo:
Y aquí un bonus track de Her, la canción con la que la película da comienzo, toda una declaración de intenciones sensitivas:
Gon Ramos
Autor y director de Un cuerpo en algún lugar
Fotos obra: Samuel García
Un cuerpo en algún lugar se representa del 19 de febrero al 10 de marzo de 2018 en el Ambigú de El Pavón Teatro Kamikaze.
